Recientemente he ido notando que hay tanto desconocimiento sobre Testing, que creo que vale la pena hacer algunas aclaraciones al respecto.
Por ejemplo, comprobar que algo funciona acorde a un conjunto finito de especificaciones, o sea lo que muchos creen que es Testing, en realidad no es nada más que simple Checking.
Por definición, el Checking suele ser relativamente fácil (e incluso se puede automatizar), ya que parte de la base de que se conoce el comportamiento esperado de un producto/sistema.
Dicho de otra manera, el Checking sólo consiste en pruebas de verificación, es decir, algo muy básico y, en general, insuficiente, si lo que queremos es un producto de buena calidad.
Ahora bien, para empezar a hacer Testing de verdad, hay que tener en cuenta como mínimo lo que un producto/sistema no debería hacer.
Y aquí pasamos ya a tener que liar con un conjunto infinito de posibilidades.
Pero las cosas se hacen aún más interesantes cuando nos dedicamos a Exploratory Testing, es decir cuando, con el fin principal de aprender cómo funciona lo que tenemos entre manos (y que suele ser un sistema complejo), no damos nada por supuesto (ni siquiera las especificaciones), nos ponemos a cuestionar lo que creemos saber, a analizar riesgos, a investigar cómo reacciona el producto/sistema a raíz de algo inesperado, etc.
Y cuando digo que las cosas se hacen más interesantes, no lo digo sólo desde el punto de vista del tester, que se enfrenta a retos intelectuales muy complejos, sino también en términos de valor entregado, ya que, a partir de aquello en que nadie había pensado antes, las pruebas exploratorias nos ayudan a descubrir lo que desconocemos, para luego poder evaluarlo y tomar las decisiones más oportunas según el contexto en que estemos trabajando.
Cabe decir que, para hacer todo esto de manera efectiva, se necesita experiencia y, sobre todo, mentalidad de tester.
De ahí la importancia de soft skills (no automatizables, por cierto) como el pensamiento crítico, la capacidad de análisis, la creatividad, el pensamiento sistémico, la capacidad de comunicación, y mucho más.
Y como que el objetivo de esta reflexión consiste en aclarar dudas y en alertar sobre los riesgos de no entender que el Checking, al fin y al cabo, no es más que un pequeño aperitivo para tomar antes de saborear las verdaderas delicias del Testing, he pensado que la carta de un menú degustación bastante peculiar podría ser útil para fijar el concepto.
En fin, lo dicho: que no te den gato por liebre.
Y, sobre todo, que no te comas Checking si lo que querías era Testing… ?
